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EL MEJOR SISTEMA DE TRADING

Elige tu sistema de trading en función de tus limitaciones, expectativas y personalidad.
el mejor sistema de trading

En ningún caso pretendo dar consejos cuñadiles.

Quién los da sin ser requeridos, está a menudo vertiendo una crítica. Quién los pide, en el fondo, solo persigue la validación (de alguien no capacitado). Con las mejores intenciones se obtienen, la mayoría de las veces, los peores efectos, decía Oscar Wilde.

Saber un poco sobre algo, no otorga derecho ni privilegio alguno. Tengo mi librillo, pero no es siempre extrapolable a otros. Se hace necesario mayor respeto por las expectativas y limitantes de cada persona. Únicas e intransferibles.

¿Qué curso de trading me recomiendas? ¿Qué sistema es mejor a fin de ganar en bolsa? ¿Qué debo hacer para vivir de la especulación? ¿Cuáles son los mejores brókers para invertir?

Ante preguntas recurrentes de tal calado, la reflexión pautada hará que te formes tu propia opinión.

Aunque le faltará cocción, lo cual se subsanará con el tiempo, será mejor que cualquier consejo vacío, sesgado o, en el peor de los casos, partidista e interesado.

No existe la formación mágica

Las solicitudes de recomendaciones suelen esconder la idea de que existe una forma mágica de ganar. Un secreto que, de conocerlo, te podrá en disposición de amasar una fortuna. Sin mayor esfuerzo. Solo tienes que encontrarlo y, quizá, este tío sepa dónde buscar.

Si fulano, trader de éxito, lo ha conseguido, la enseñanza que ha paquetizado debe contener la llave maestra. La insistencia del anunciante, que en ocasiones roza el acoso, va haciendo mella en la lógica.

Te acabas abriendo a la posibilidad de que quizá solo él conozca las respuestas. Se instalan en ti creencias que no siguen un patrón racional. La tentación del camino fácil. Pero tú ya sabes de qué va esto.

Reconoces los trucos de trileros a la legua. Qué duda cabe que, una vez despojado de vendehumos, lo que queda es la capacitación de calidad. No obstante, no deja de ser un arduo, pero necesario, trabajo. Aún desconoces muchas cosas como para atreverte con una valoración fiable.

Al menos ya no gustas de fórmulas milagrosas y eso ya es un gran primer paso.

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Depende de ti

Sobre lo que hay detrás de la formación anhelada, terceros que la hayan cursado te podrán recomendar mejor que yo.

Las reseñas del (ex) alumnado son un buen baremo, pero, por desgracia, tampoco aseguran la elección correcta. Correcta para ti, claro, pues es algo relativo. De hecho, incluso ahí hay excesivo ruido. En parte, te toca jugártela.

Si bien el tiempo es oro y no es cuestión de quemar el dinero, sirve de consuelo que cualquier nuevo conocimiento puede llegar a tener relevancia en tu desempeño futuro.

Estoy seguro, incluso sin haber participado en ningún curso de algún rey Midas del marketing online, que a las malas ganarás algo de nuevo conocimiento (caro).

Ejemplos de fórmulas milagrosas conocemos y muchas: El Método Ajram, Day Trading Academy, Trading y Bolsa para Torpes, Eurekers, MDC Trading Academy, etc. Cada una de estas escuelas ofrecen el Santo Grial. Y lo hacen porque la gente pide a gritos el Santo Grial.

El caso es que, al iniciarnos, las dudas suelen estar dirigidas a la cantidad, la calidad de contenidos, y la filosofía estratégica de cada maestro. Un proceso heurístico que, como tal, será aproximadamente bueno a pesar de la carencia de garantías.

Pero hay una cuestión sobre la que no se suele recaer y que es capital. Una cosa más que debes hacer en tu proceso de investigación. La carta del restaurante es extensa, tienes donde elegir y algunos platos son estrellas Michelin, pero: ¿Qué hay de ti?

Es decir, ¿A ti qué te gusta? ¿Qué te apetece? ¿Qué has probado ya? ¿Prefieres menú degustación? ¿Eres alérgico a algún ingrediente? ¿Puedes pagar la cuenta?

Tipos de trader (y tipos de trading)

No dudo que existan por ahí sistemas comercializados que encajen con el trader que llevas dentro. Todo un mundo de estilos de inversión a los que puedes recurrir.

Pero para dar con el tuyo, no es solo cuestión de indagar sobre las dispares ofertas formativas, también debes mirarte a ti mismo.

Haces el esfuerzo de investigar qué se ofrece, pero no el de asegurar que eso por lo que vas a pagar es precisamente lo que buscas. Lo que necesitas.

Entonces, por bueno que sea el docente y su sistema, si no es lo que resuena contigo y tus circunstancias, no será tan efectivo como crees merecer.

Visto así, la parte de responsabilidad se reparte, aunque, ya sabes, el culpable último serás siempre tú. La mirada al interior precede a la búsqueda en el exterior. Y, para centrar el tiro, necesitas una autoevaluación, aunque sea genérica. Cualquier plan será mejor que no tener ninguno.

Desde una perspectiva generalista, considero que la forma correcta de categorizar las diferentes tipologías de traders es usando el factor de aversión al riesgo como pivote.

Ojo. Aversión al riesgo no significa que los traders más agresivos admitan un alto e innecesario peligro. Este debe estar siempre bajo el más estricto de los controles. Lo contrario no es ser trader. La potencia sin dominio no sirve de nada, rezaba el anuncio. Se trata más bien de cómo te sientes en el barro. En la trinchera. Bajo el fuego enemigo. Expuesto en campo abierto o en la torre del vigía.

El riesgo condiciona otras variables. Es habitual separar los estilos de trading según la longitud de tiempo de las posiciones, el timing y la frecuencia de operaciones (scalping, day trading, swing trading, largo plazo, etc. Lo que solemos denominar estilos de trading).

Si bien la decisión con base en dichas variables responde al riesgo, también debes equilibrarla con la cuestión de tu disponibilidad horaria. Son proporcionales. Por mucho que gustes de mayor exposición persiguiendo beneficios exponenciales, si no puedes dedicar el tiempo exigido, lo único que conseguirás es frustrarte. Y eso suponiendo que estés mentalmente capacitado para ello.

Cabe mencionar que se trata de un espectro y no de denominaciones excluyentes. Los límites de cada grupo son permeables. Un trader puede bailotear entre paradigmas. No es pretensión de encasillar, sino de simplificar:

1. Traders conservadores. Aquellos que buscan minimizar el riesgo a cambio de menor rentabilidad. Inversores. Preferirán siempre activos considerados menos vulnerables (blue chips, índices generalistas, renta fija, etc.). Suelen decantarse por temporalidades altas y una gestión semi-pasiva o desatendida. Position Trading y el “buy and hold” (comprar y esperar) como filosofía favorita. Suelen tirar también de fundamentales y macro (Encuentra aquí los mejores cursos para invertir en bolsa con fundamentales).

2. Traders moderados. Gustan de cierto equilibrio entre el riesgo y la recompensa, pero primando un riesgo relativamente bajo. Diversifican en variedad de activos (acciones, bonos, divisas y materias primas), según el prisma de swing trading para posiciones ejecutadas en time frame diario y semanal. El requerimiento temporal de gestión de la cartera se limita a unas pocas horas a la semana, con la comodidad de tomar decisiones a mercado cerrado (End of Day). No es raro ver estrategias mixtas entre análisis técnico y (algo de) fundamental, aunque no es estrictamente necesario. Permite evaluaciones que requieren pocas horas a la semana. No precisan de estar de continuo frente a los gráficos. Quizá trabajan a tiempo completo y su disponibilidad horaria es escasa, por lo que esta filosofía le es ideal (¿Cuáles son los mejores cursos para hacer swing trading?).

3. Traders agresivos. Los dispuestos a asumir mayor nivel de riesgo con la mira puesta en ganancias superiores. No hacen ascos a acciones de small caps o en mercados emergentes, donde la volatilidad es mayor, aunque diría que sus subyacentes favoritos son los derivados apalancados, como los futuros y opciones. Multiplican su exposición con operativa day trading. Dedicación full time que abarca desde el swing trading, trend trading, trading de noticias (eventos alrededor de la publicación de datos o novedades importantes que implican aumento de volatilidad), incluso el scalping. Operaciones de minutos a horas donde la posición se cierra en el día (Ranking de los mejores cursos de bolsa para hacer day trading).

4. Traders aún más agresivos. No sé si hablar de extremo, pero, sin duda, se trata del rango mayor de asunción de riesgo y, por consiguiente, de dedicación. Sea como fuere, buscan el máximo beneficio en el menor plazo posible. Se sienten cómodos bajo una alta exposición. Scalpers puros y duros. Operaciones de segundo o pocos minutos. También gráficos de ticks. El requisito de tiempo dedicado es similar al punto anterior. Hacen gala de una mayor agilidad y claridad. Se trata de un estilo muy difícil de dominar, ya que requiere una férrea disciplina militar. No deja de ser curioso que sea esta la opción predilecta para aquellos que se aproximan al trading por primera vez. Es como sacarse el carné de conducir y ponerse a los mandos de un Fórmula 1: safety car y visita a la enfermería asegurada.

Al margen de esta categorización genérica, existe otra si cabe más útil que divide, por un lado, traders que sistematizan, gestionan el riesgo y las emociones y son consistentemente ganadores y, por otro, la gran mayoría que no y que se arruinan.

Y no es todo. Se presentan aún más variables sobre las que decidir la formación (algorítmico, order flow, Elliot, Wyckoff, VSA, SMC, etc.) que, a la postre, significará tu camino como trader. Al menos el comienzo del trayecto, pues nada te impide cambiar de rumbo en cualquier momento.

Tú eres tú, único como persona y trader. Tus sueños, tus metas, tus circunstancias y tu forma de ver el mundo. Tus expectativas y limitantes.

TUS EXPECTATIVAS

Nunca moriría por mis creencias porque podría estar equivocado

Bertrand Russell

Para tomar una decisión medianamente encaminada, que no perfecta, primero tienes que vaciar la taza. Eso decía el maestro zen al nuevo alumno y que verás en todos los manuales chorras sobre el éxito.

Sin que sirva de precedente, en este caso es un concepto útil. Y no te descubriré nada nuevo si digo que tus ideas por defecto sobre lo que es el trading son erróneas. Las pajas mentales más frecuentes, vistas una y mil veces, las películas que te has montado sin presupuesto, podrían ser:

1. El trading es una forma de ganar dinero fácil y rápido. Esto es el sumun de la estupidez humana. Y no lo digo por la búsqueda del camino sencillo, que creo lógica, pues estamos biológicamente programados para ahorrar energía. Pero pregúntate: ¿Cómo puede una actividad de riesgo y de alto rendimiento ser “fácil”? ¿Quién necesita años de trabajo y dedicación cuando es posible hacerse rico en pocos meses con el trading? ¿Para qué molestarse en aprender sobre el mercado, cuando se puede obtener un buen capital casi sin esfuerzo? Verás que no hay por dónde cogerlo.

2. El trading es un negocio desatendido. Por partes, que decía Jack el destripador. Ciertos tipos de inversión pueden proporcionar un pasivo (dividendos, interés compuesto…). También existen estrategias que, en función de la temporalidad elegida, requieran de menor dedicación. Pero no es lo mismo erigirse trader bajo un sistema que requiere de acciones puntuales y espaciadas, por ejemplo, mediante una estrategia de swing trading en ventana semanal o mensual, que pensar en ello como una actividad “pasiva”. Se requiere de trabajo en la sombra triturando datos, mejorando procesos y quemándose las pestañas backtesteando. Las horas a dedicar han de adaptarse a tu disponibilidad. Con esto ya podrías hacer una buena criba para seleccionar el trading que te encaja.

3. Se pueden obtener ganancias predecibles. Montas un sistema o compras uno ya hecho y, con los datos pasados, obtienes una predicción tarotista de lo que vas a ganar en adelante. Rentabilidad garantizada. Sin embargo, el mercado tiene otros planes. El comportamiento y la volatilidad son difíciles de predecir, por lo que es más saludable pensar en la coherencia ejecutiva en lugar de en la consistencia económica. Lo segundo será consecuencia de lo primero. Una mayor exposición exige de alta capacidad de concentración y de análisis. Tiempo y dedicación. Es la factura a pagar, por lo que pregúntate si estás dispuesto a abonarla.

4. Formación de fin de semana. Si te encuentras leyendo esto es porque te preocupa la formación, lo cual ya es motivo de diferenciación con la gran mayoría de traders perdedores. Bien por ti. Desgraciadamente, los traders principiantes suelen pecar de subestimar la importancia de la capacitación. Creen que pueden acabar operando de maravilla bajo el modelo del ensayo-error. Si bien el aprendizaje autodidacta tendrá un gran peso en tu desempeño futuro, procurarse un mentor evitará daños iniciales irreparables.

5. Operar como un robot. Al margen del trading algorítmico, donde ni pincho ni corto, no es posible dejar las emociones en la puerta antes de enfrentarte a los gráficos. Incluso este necesita de gestión emocional para no caer en la trampa de la sobreoptimización. A no ser que sufras algún tipo de trastorno psicopático (en su caso, ponte en manos de un especialista) no podrás tradear frío y calculador. Lo que sí está en tu mano es mejorar la gestión emocional para evitar que esta se inmiscuya en tus resultados. Esto se consigue con una estrategia bajo principios sólidos, una férrea gestión del riesgo, disciplina, paciencia (visión largoplacista) y objetivos de mejora continua.

6. Control total. Más que un punto aparte, se trata de la fase que sigue a la superación de las anteriores. La creencia de que es posible controlar totalmente el resultado de las operaciones. Puedes vigilar el riesgo en juego, pero no, no puedes controlar el resultado una vez entras al mercado. Como el arquero decide dónde apunta y cuánto tensa la cuerda, no así lo que suceda una vez la flecha es lanzada (Cicerón en la metáfora del arquero), tú ejecutas siguiendo un sistema, pero no puedes saber de antemano el resultado de un trade aislado. Y, lo mejor, es que no importa, lo cual es una liberación.

TUS LIMITANTES

La otra cara de la moneda. Ponderar las circunstancias limitantes de cada persona es tan importante, o más, como moderar las expectativas que genera la industria y que te tragas sin agua; sin cuestionar.

Toda circunstancia inicial no determina a dónde puedes llegar, determinan por dónde empiezas. Si bien las expectativas suelen ser tema de interés para aquel que, como tú, no quiere desviarse del camino, pocas veces se pone el foco en las limitantes particulares y, si lo piensas, es de importancia capital.

Cómo si no ibas a discernir qué sistema, bajo qué condiciones de riesgo, qué subyacente y qué temporalidad te conviene. No la que te quieren vender (no siempre con la mejor de las intenciones), sino la que realmente resuena tanto con tu personalidad de trader como, por supuesto, con aquellas circunstancias personales e intransferibles que no puedes ignorar, pues forman parte de ti:

1. Capacidad económica. No podía estar en otro lugar que no fuera en la primera posición. Seamos sinceros, sin dinero, el combustible del mercado, no puedes hacer mucho. Se trata de la materia prima de la industria del trading. Las barreras de entrada al negocio son cada vez más bajas, pero no puedes pretender grandes rentabilidades con poco capital. Algunos brokers disimulan, hacen que se preocupan por ti y presentan a bombo y platillo opciones como la de autoimponerse una pérdida máxima. Responsabilidad para con sus clientes, lo llaman. Pero piensa algo: ¿por qué precisamente a ti, en caso de trader sin ningún tipo de bagaje reseñable, te ha llegado una invitación a esta fiesta donde, para más inri, el portero retira la catenaria terciopelo y te permite acceder a la zona vip? ¿Ves la trampa?

El apalancamiento puede ser una solución y la vez un problema. Un arma de doble filo. Para subyacentes como son futuros, son el día a día del trader, pero, aun así, se requiere de un capital mínimo con el que cubrir los márgenes que exige el broker. Lo siento si te has creído lo que decía el anuncio, pero no puedes obtener beneficios de interés abriendo una cuenta con $50.

Tirar de creatividad es encontrar algo ajustado a unas limitaciones para resolver un problema. Creo recordar que se atribuye a Walt Disney la idea de que la restricción presupuestaria debe servir para explorar la creatividad, no para limitarla. Pero necesitas acopiar un mínimo con el que arrancar con margen de seguridad.

2. Necesidad de ganar. Si has pensado en la operativa en bolsa como la solución a tus problemas económicos, te voy a ahorrar el sufrimiento: el trading es de todo menos el remedio de una economía personal deficiente. El sabio refranero español dice que quien juega por necesidad, pierde por obligación. Aplíquese también al trading. La cuestión es redundante, pues aplica el punto anterior. Sin dinero no es posible participar en esta empresa. Pero, además, súmale que ataca de lleno la línea de flotación de la gestión emocional. Si operando desde la tranquilidad que se cometen errores, imagina la ansiedad dándote golpecitos en el brazo mientras habla. Pocas cosas más molestas. Necesitas tener cubiertas tus necesidades económicas para liberarte. El capital dedicado al trading ha de ser el que no necesites para la hipoteca, el alquiler y demás gastos de tu día a día. Si aún no lo tienes resuelto, aparca el trading por ahora y concentra tus esfuerzos en ello. Ya habrá tiempo de especular e invertir, pero desde la tranquilidad que confiere tener los problemas acuciantes atados.

3. Falta de formación y experiencia. Cualquier trader novato tendrá dificultades para entender los mercados y tomar decisiones informadas según el movimiento del precio. Si como traders retailers somos las manos débiles (lo somos), solo la formación nos pone en el grupo del 10% menos débil. El tuerto en el país de los ciegos. La primera gran purga de entre traders minorista se realiza usando el filtro de la capacitación. ¿A qué grupo quieres pertenecer?

4. Disponibilidad horaria. Cuestión que se subestima por sistema. No, no es lo mismo operar para según que activos en horario cash (americano), en sesión europea o asiática, a mercado cerrado o manteniendo posiciones overnight. Si puedes elegir, selecciona aquella que más te interese por volumen y volatilidad, si no, adapta tu estrategia a la franja horaria para ti disponible; no al revés.

5. Mentalidad de aficionado. Las acciones de aficionado producen resultados de aficionado. Da igual la temporalidad que operes y el tiempo que esta te exija. Un swing trader a medio plazo o un scalper en barras de segundos, requiere igual de asentar hábitos. También de disciplina para con la estrategia, de foco, de práctica deliberada y de desterrar de una vez por todas el trading emocional (ansiedad, miedo, avaricia, sesgos…). Si buscas resultados profesionales tendrás que abrazar las costumbres profesionales y, nuevamente, hacer lo que debe ser hecho.

6. Intolerancia a los números. Este punto es en realidad una continuación del anterior. Si tienes algún tipo de alergia a triturar datos, este no es tu sitio. El trading es un negocio y, como tal, requiere de actitud empresarial. ¿Tienes un plan comercial? ¿Conoces los costes por transacción, las comisiones, spreads, márgenes, apalancamiento, etc. del subyacente de interés? ¿Y los datos del backtesting (esperanza, ratios, riesgo, drawdowns…)? No hace falta ser matemático, pero tanto el control contable como el de producción han de instalarse en tu mente antes de meterte de lleno en la boca del lobo.

7. Influenciabilidad. Intereses creados donde tanto los participantes del mercado como las noticias económicas suelen estar influenciadas por “la mano negra”. No es cuestión de conspiraciones ni necesidad de un capirote de aluminio en la cabeza. Es un hecho: las instituciones se valen de los medios para generar liquidez. Si te dejas arrastrar fácilmente por las noticias vomitadas por la prensa, informativos o redes sociales, tus decisiones como trader se verán negativamente afectadas.

Conclusión

Para pasar de gatear a andar con paso firme en el mundo del trading, necesitas primero atender a tus propias condiciones. Solo entonces podrás emprender la búsqueda de la solución formativa adecuada.

La dinámica de la formación elegida ha de encajar con tus limitantes de tiempo, capital, horario, energía, expectativa, foco mental e, incluso, singularidades en cuanto a tu forma de ser y ver la vida. Aun así, no es sinónimo de acertar a la primera.

Tus circunstancias, el capital con el que cuentas y tus rasgos de personalidad son los que son, y los sistemas que salgan de tu capacitación deben encajar como un condón. Solo así el método que apliques en el mercado estará a tu servicio y no al revés.

Es absurdo pretender una operativa intradiaria sin disposición para permanecer frente a la pantalla durante horas. No procede aspirar a una operativa en Futuros si tu capital inicial es insuficiente. Tampoco tiene sentido la capacitación en un sistema que requiera del análisis profundo, mediante herramientas avanzadas, si tus preferencias personales son otras.

Solo teniendo en cuenta tu propio contexto puedes sacar las conclusiones iniciales necesarias de lo que, de entrada, te es más conveniente: Swing trading, scalping, trading posicional, Futuros, CFD, Forex, acciones, opciones. Un horario, un mercado y una filosofía de trabajo.

Teniendo en cuenta tus circunstancias, sigue habiendo un mundo de posibilidades que, además de encajar con tu singular situación, ha de ser capaz de llevarte a tus metas, que no es poco.

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